Factor de daño relativo de la luz

El hombre ha aprendido a su costa que la luz, por su  naturaleza, daña cualquier tipo de material.

Es, de hecho, la intensidad de la luz infrarroja y ultravioleta la causante del deterioro de las superficies irradiadas.

Antes de la llegada de la bombilla incandescente de Edison, la iluminación a base de velas y antorchas era más funcional que decorativa, dosificada y equilibrada. Respondía a unas necesidades más básicas.

La luz artificial es un bien  y su difusión ha de ser manejada con amor, dedicación y conciencia.

Ciertamente cambió la relación entre el hombre y su percepción visual del espacio, influye en sus  ritmos cotidianos y sus hábitos sociales.

Al mismo tiempo, el hombre ha comenzado a considerar la disponibilidad de luz como ilimitada, llevando la iluminación a un nivel en el que el daño causado por la luz se vuelve cada vez más evidente.

De ahí la necesidad de tener un valor de daño relativo para cada fuente de luz.

Hoy usamos mucha más luz que en el pasado. Herman Cohn, oftalmólogo alemán, erudito de la visión, a principios del siglo XX,  había calculado que para leer bien un texto de aproximadamente 5mm (cuerpo 8), un hombre necesitaba una cantidad de luz igual a una vela (10.7 lux). En los años 70, se utilizaron 500 velas para la misma tarea.

Este proceso crece constantemente: en menos de un siglo, el progreso industrial hizo necesaria una cantidad de luz 500 veces mayor para el ojo humano.

Un cambio que se refleja también en el mundo del arte: una exposición excesiva a la luz daña obras de arte, altera colores y materia, causa una degradación progresiva, envejecimiento, y pérdida de compatibilidad y superficies pintadas.

Estos son sólo algunos de los efectos atribuibles a la exposición excesiva a la luz natural y a la luz artificial.

Las fuentes electrónicas han ha sido diseñado para tener la más alta calidad de luz, máximo confort visual, y un valor de daño f (mW/lm) mínimo, para evitar cualquier daño causado por la luz.

Factor de daño relativo de la luzLas fuentes electrónicas de Viabizzuno son particularmente adecuadas para las necesidades de protección y mantenimiento de cualquier tipo de obra de arte dentro de la iluminación museística.

Fuente manuale della luce 03