Luz para el día a día: principios básicos
Principios básicos de iluminación y función de la luz
Cuando hablamos de iluminación tendemos a pensar en el precio elevado que alcanza la luz en estos días pero, ¿somos realmente conscientes de la importancia de la luz para realizar nuestras actividades diarias?
Aun así, la luz transporta energía, activando y deteniendo procesos. Sin la luz del sol no existiríamos, seríamos un planeta inerte.
El Universo de la Luz
El mundo de la luz realmente es una fuente de inspiración. Utilizar las formas y colores para trasmitir y expresar emociones nos lleva a relacionar patrones cromáticos con los sentimientos.
De esta manera, se generan ricas y complejas interpretaciones. La danza, el teatro, la música o incluso la fotografía utilizan la luz para transmitirnos y crear emociones, sentimientos…
Principios básicos relacionados con la iluminación que debemos tener en cuenta
Existen tantos términos en el universo que representa la luz que es necesario conocer previamente algunos principios básicos:
Ángulo de luz
Denominamos ángulo de incidencia o punto de incidencia al punto de reflexión donde se encuentra la normal de luz ante un objeto reflectivo cóncavo o convexo. Si nos encontramos en superficies planas, el ángulo de incidencia es igual al ángulo que se refleja, siendo su punto de referencia la recta normal.
Reflexión
Cuando se utiliza el término reflexión estaremos hablando de un fenómeno óptico y básico que se conoce desde la Grecia clásica.
Refracción
La refracción no es más que el cambio de dirección y velocidad que sufre una onda cuando pasa de un medio a otro que posee un índice refractivo distinto. Un ejemplo de lo que significa este término lo encontramos cuando sumergimos un lápiz en un vaso de agua. La sensación óptica parece indicarnos que el lápiz está roto, pero no es así. Otro ejemplo de refracción lo encontramos en los espejismos.
En esta ocasión, se producen por un caso extremo de la refracción que se denomina reflexión total.
Existen muchos términos relacionados con la luz como la luminancia que es la densidad angular, rectangular y superficial de flujo luminoso que emerge de una superficie y sigue una dirección determinada.
Pero la iluminación no solo trata de un cúmulo de principios básicos y fórmulas aplicadas a nuestros días, también trata de la capacidad de crear y despertar emociones en las personas.
Luz: creadora de emociones
No es difícil observar hoy en día cómo los expertos deciden aprovechar esta característica de la iluminación para transmitirnos emociones. Ya sea en un centro comercial, un mercado, paseo…
La luz puede decirnos y hacernos sentir múltiples sensaciones.
Con las iluminaciones tenues conseguimos sentirnos relajados y cómodos. El entorno toma menos importancia. Si nos encontramos en una tienda, este tipo de iluminación unida a una luz agradable en los pasillos nos invitará a explorar el espacio tranquilamente.
Así pues, nos encontramos ante una mezcla de acciones que llevan a conseguir una clientela más tranquila y proactiva.
Si, por el contrario, queremos conseguir dinamismo, nos ayudaremos de una iluminación de contraste.
Los colores claros o fríos nos transmiten sensación de limpieza, claridad frente a los colores cálidos que parecen acogernos en sus instancias. Todas estas acciones serán utilizadas para jugar con las emociones y las estrategias comerciales.
No debemos olvidar que todos estos sentimientos indicados anteriormente también pueden extrapolarse a nuestro domicilio. De esta manera, conseguimos disfrutar plenamente de cada estancia.
En conclusión, la iluminación de una tienda tiene dos funciones:
- Resaltar los productos y dirigir la mirada hacia ellos para conseguir incrementar las ventas.
- Crear un ambiente e imagen adecuada a nuestros gustos.
Una correcta distribución y selección de diferentes tipos de luz en un local comercial o en una estancia de un domicilio contribuirá a sentirnos a gusto y en paz con nosotros mismos haciendo aflorar, así, nuestros sentimientos.